Osteoporosis


¿Qué es la osteoporosis? ¿Qué consecuencias tiene?

La osteoporosis (hueso poroso) es una enfermedad en la que se va perdiendo masa ósea y el hueso se vuelve más poroso, delgado y frágil, resistiendo peor los golpes y rompiéndose con facilidad.
La masa ósea de una persona va aumentando a lo largo de su vida hasta llegar a un "pico máximo" alrededor de los 30 ó 35 años. A partir de esta edad (30-35 años) existe de forma natural una progresiva pérdida de masa ósea. Cuando la pérdida progresiva se acelera, lo cual ocurre en ciertas enfermedades o hábitos de vida o en el caso de la mujer al llegar a la menupausia, puede llegarse a la ostoporosis en edades precoces.
La ostoporosis es la principal causa de fracturas de huesos de la muñeca, columna y cadera en mujeres después de la menopausia.

¿Es frecuente?

Si. Entre el 30 y el 50% de todas las mujeres postmenopáusicas están afectadas de osteoporosis.
En España, afecta a más de tres millones de personas, en su mayoría mujeres.

¿Quién tiene mayor riesgo de padecerla?

Existen múltiples factores de riesgo que aumentan las posibilidades de padecer osteoporosis:
- Ser mujer.
- Raza blanca o asiática.
- Tener historia familiar de osteoporosis.
- Menopausia precoz (natural o quirúrgica).
- Consumo excesivo de alcohol o tabaco.
- Dieta pobre en calcio por periodos prolongados, especialmente durante la adolescencia y la juventud.
- Vida sedentaria con poco ejercicio físico.
- Costitución delgada, con poco peso o huesos pequeños.
- Consumo prolongado de ciertos medicamentos como: corticoides, heparina, diuréticos, antiácidos que contengan aluminio, etc.
- Ciertas enfermedades como: diabetes, hipertiroidismo, enfermedad de Cushing, artritis reumatoide, intolerancia a la lactosa, malabsorción intestinal, alteraciones renales, etc.

 



¿Cómo se previene la osteoporosis?

El tratamiento más eficaz de la osteoporosis es la prevención. Si nos fijamos en los referidos factores de riesgo, nos daremos cuenta de que hay algunos de ellos inevitables (raza, sexo, edad, etc.) pero existen muchos factores sobre los que podemos actuar para intentar evitar o al menos retrasar la aparición de la osteoporosis.
Los tres pilares básicos en la prevención y tratamiento de la osteoporosis serían:

1. Ejercicio físico.
2. Dieta adecuada con adecuado aporte diario de calcio.
3. Estilo de vida.

1. Ejercicio físico

El ejercicio físico, adecuado a la edad y características de cada persona, practicado de forma regular, es muy importante para mantener los huesos sanos.

No debemos olvidar que ...."Los huesos, si no se usan, se pierden".

Son recomendables los ejercicios como: caminar, subir y bajar escaleras, danza, aerobic, natación...
Sin embargo, están contraindicados los ejercicios que incluyan flexiones, saltos o movimientos bruscos.

2. Dieta

La dieta debe contener cantidades suficientes de Calcio, Fósforo, Vitamina D, Lactosa y Fluor.

El aporte de calcio es esencial para mantener los huesos fuertes y saludables durante toda la vida. En determinadas épocas, crecimiento, embarazo, menupausia, las necesidades de calcio son mayores.

Necesidades diarias de calcio

Adolescentes

1.200mg/día

Adultos

800mg/día

Embarazo

1.200mg/día

Menopausia

1.500mg/día

 

En la dieta habitual, la leche y los derivados lácteos (queso, yogur, natillas, helados,...) así como algunos frutos secos (almendras y avellanas) son las mejores fuentes de calcio.

En la práctica, lo cierto es que alimentos ricos en calcio suelen consumirse de forma deficitaria en la dieta diaria. Cuando la dieta habitual no aporta el calcio necesario, debe recurrirse a los suplementos. En este caso será su médico quien mejor podrá orientarle sobre el tipo de suplemento en calcio más indicado para Vd. así como la dosis, forma de administración y tiempo de tratamiento.

En las mujeres menopáusicas, además de este suplemento de calcio, puede ser muy beneficioso el llamado Tratamiento Hormonal Sustitutivo que indicado y controlado por su ginecólogo, se ha demostrado que es muy eficaz para prevenir la pérdida postmenopáusica de hueso y también para prevenir fracturas osteoporóticas.

3. Estilo de vida

Además de lo referente a la dieta y al ejercicio físico que acabamos de comentar, hay diversos aspectos de la vida que deben de modificarse para prevenir la osteoporosis como dejar de fumar o beber alcohol en exceso, y vigilar en la vida diaria las posturas que se adoptan tanto en reposo como durante el ejercicio. A continuación se esquematizan una serie de medidas posturales que evitarán dolores y reducirán el riego de fracturas.

 



¿Cómo se diagnostica?
¿Cómo sé si tengo osteoporosis?

Dado que la osteoporosis se define como una disminución de densidad de la masa ósea ("hueso poroso"), para saber si una persona tiene osteoporosis debemos recurrir a un método que nos permita valorar su masa ósea.

En este sentido, debemos advertir que, en contra de lo que muchas personas creen, las radiografías normales que se hacen a una persona cuando presenta algún traumatismo o algún dolor NO SIRVEN para hacer un diagnóstico precoz (en las primeras fases) de la osteoporosis.

Existen varias formas de valorar o medir la Densidad de Masa Osea (DMO):
- Densitometría fotónica simple (DFS).
- Densitometría fotónica dual (DFD).
- La Tomografía computadorizada cuantitativa (TCC).
- La Absorciometría de doble energía de rayos-X (DEXA).
- Los métodos basados en ultrasonidos.

La eleccción de uno u otro método, dependerá fundamentalmente de cuál sea el disponible en cada centro sanitario. Si se dispone de ella, la DEXA es claramente el método de elección, ya que es la técnica que aporta una mayor precisión y fiabilidad junto con una menor radiación y más rapidez en su realización.

Este alto nivel de precisión de la técnica DEXA, es importante clínicamente ya que permite la utilización de mediciones seriadas para hacer el seguimiento de los pacientes y ver su progresiva pérdida de masa ósea o la respuesta al tratamiento de la osteoporosis.

Existen varios modelos de densitómetros basados en la técnica DEXA variando de unos a otros según la parte del esqueleto que se estudia.

Los aparatos de última generación, como el disponible en nuestra Unidad de Densitometría, estudian fundamentalmente partes distales del esqueleto como huesos del antebrazo o falanges de los dedos. Con ello, manteniendo la misma precisión y fiabilidad, se gana en rapidez y comodidad para el paciente con repecto a los aparatos tradicionales que estudian la columna o las caderas. Además, al ser menor tanto la región a estudiar como el tiempo necesario para llevar a cabo el examen, se consigue también disminuir hasta niveles prácticamente inapreciables la cantidad de radiación que recibe el paciente.

Con respecto a este aspecto debemos aclarar que la radiación recibida por la persona que se someta a este estudio es realmente pequeña (inferior a 3 mR): Para poder hacernos una idea, la dosis de la radiación que se recibe con el aparato que disponemos en nuestra Unidad de Densitometría es 100 veces menor que la recibida cuando se nos hace una radiografía de un diente o 16.000 veces menor que cuando se hace una radiografía de torax.

Esta mínima dosis de radiación es similar a la que se recibe cuando se está frente a un simple monitor de ordenador o se realiza un viaje de avión.

Existe otra ventaja adicional de este tipo de Aparatos basados en el estudio de huesos periféricos, que aunque sin duda es lo menos importante, no deja de ser un aspecto valorable y es que, debido a su rapidez y el reducido tiempo de operador necesario, permite disminuir sensiblemente el costo de la exploración, de forma que el estudio con este tipo de aparatos supone un costo menor de la mitad del de los aparatos existentes hasta ahora, basados en el estudio de columnas y caderas.

Así pues, en nuestra Unidad de Densitometría disponemos de los medios técnicos necesarios para poder realizar de una forma altamente fiable y precisa, a la vez que con una gran rapidez y comodidad (sólo hace falta colocar adecuadamente la mano del paciente en el aparato) la valoración de la Densidad de la Masa ósea de la paciente y así poder determinar si presenta o no OSTEOPOROSIS y el grado de la misma.

Tras dicha valoración, se le proporcionará a la paciente un informe a fin de que pueda entregarlo a su ginecólogo, quién, en función de los resultados decidirá sobre la conveniencia o no de iniciar el oportuno tratamiento preventivo.