La gota
Es una enfermedad causada por la formación de cristales de una sal del
ácido úrico (urato de sodio) en los tejidos, más frecuentemente en las
articulaciones.
Origen
Nivel continuado de ácido úrico elevado en la
sangre, es decir, hiperuricemia, y se forman los depósitos de sal. Cuando
crecen y podemos verlos o tocarlos bajo la piel los conocemos como tofos. La
hiperuricemia se produce casi siempre por una menor eliminación de ácido úrico
por los riñones o por el intestino. A esto pueden contribuir distintos
factores: predisposición genética, factores hormonales, enfermedades,
medicamentos y dietas poco saludables.
Diagnóstico
El diagnóstico
cierto de la gota se realiza al confirmar la presencia de estos cristales en
los tejidos.
Los cristales de
urato producen una respuesta inflamatoria que puede producir síntomas bruscos
(ataque de gota) de dolor e hinchazón intensa o pasar desapercibida
(inflamación crónica asintomática).
Los ataques de
gota afectan a las articulaciones, pero también pueden afectar a tendones y
bolsas que rodean las articulaciones. Son un aviso de la presencia de cristales
de urato en los tejidos y de la necesidad de buscar atención sanitaria.
Tratamiento
El tratamiento
consiste en reducir los niveles de ácido úrico en la sangre, para que los
cristales de urato se disuelvan de forma definitiva; esto requiere un nivel
óptimo de ácido úrico durante un tiempo prolongado. La prevención es importante pero sólo el tratamiento del
dolor no aborda lo que produce la gota.
Hay que evitar
que se produzcan daños irreparables en las articulaciones a largo plazo, por
eso es importante el diagnóstico/tratamiento precoz y adecuado de la gota.
Los especialistas
en reumatología tienen distintos abordajes terapéuticos MUY EFICACES.