Periodoncia

 

Enfermedad periodontal. Higiene bucodental

 

1.    Enfermedad Periodontal

2.    Higiene bucodental

3.    Conclusiones y Recomendaciones

 

Enfermedad Periodontal

La enfermedad periodontal es una infección bacteriana de las encías que destruye las fibras de incersión de la placa dental y el hueso de soporte que mantiene los dientes en la boca. La principal causa de esta enfermedad es la placa bacteriana, una película pegajosa, incolora que se forma constantemente en los dientes. Las toxinas producidas por la bacteria en la placa inflaman las encías, provocando la infección. El estado menos severo se conoce como gingivitis, y conforme avanza la enfermedad se forman bolsas estas se llenan de infección y destruye mas tejido, hueso y los dientes eventualmente se aflojan y se pierden.

 

 

 

a) Síntomas de la enfermedad periodontal

     • Sangrado al cepillarse o al usar el hilo dental.

     • Encías que van dejan al descubierto las raíces de los dientes.

     • Encías enrojecidas, agrandadas y fácilmente móviles.

     • Dientes móviles y que se empiezan a separar.

     • Pus entre la encía y el diente.

     • Mal aliento persistente.

     • Cambios en la posición de la mordida de los dientes.

     • Cambios en los ajustes de las prótesis removibles.

     • El incremento de espacio entre los dientes.

     • Sensibilidad a comida o líquidos fríos, calientes o dulces

Sin embargo es posible tener la enfermedad periodontal sin notar ninguno de estos signos, por está razón es importante solicitar una evaluación periodontal.

Consideraciones

Al comienzo, la placa dentobacteriana irrita las encías. Si se endurece, se transforma en sarro, y se inicia la destrucción del tejido que conecta el diente con la encía (gingivitis).

Con la retracción de la encía se forman grandes huecos entre la encía y el diente, en los que se acumula placa. Si esto continúa se daña el hueso y los dientes se aflojan y caen o deben ser extraídos.

 

 

b) Otros factores que contribuyen a la enfermedad periodontal

Diabetes.

Las enfermedades periodontales pueden ser más severas en diabéticos no  controlados.
Enfermedades sistémicas.

Las enfermedades que interfieren con el sistema inmunológico del cuerpo pueden empeorar la condición de las encías.

Embarazo y pubertad.

Algunos cambios hormonales pueden provocar que las encías se tornen rojas, blandas y sangren fácilmente.

Estrés.
Puede ocasionar que al cuerpo se le dificulte combatir una infección, incluyendo las periodontales.

Medicamentos.
Algunas drogas como los anticonceptivos orales, antidepresivos y ciertos medicamentos para el corazón.

Apretamiento ó rechinamiento de los dientes.

Esos hábitos pueden ejercer mucha presión en el tejido de soporte de los dientes y acelerar la destrucción de los tejidos.

Fumar.
Las personas que usan tabaco crean mayores posibilidades de adquirir  enfermedades periodontales.

Mala alimentación.

Una dieta baja en nutrientes provoca que el cuerpo tenga dificultades de combatir infecciones.

 

c) Tratamiento para la enfermedad de las encías

En las etapas iniciales de la enfermedad de las encías, el tratamiento consiste en remover la placa y cálculos de las bolsas alrededor de los dientes puliendo y alisando las raíces. Así se eliminan las bacterias y los irritantes que causan la inflamación.

Normalmente el tratamiento permite que la encía se adhiera de nuevo al diente o se contraiga lo suficiente para eliminar la bolsa. En la mayoría de los casos de la enfermedad periodontal inicial requiere un raspado, alisado radicular y una buena higiene oral para obtener resultados satisfactorios.

 

 

d) Tratamiento quirúrgico

En casos todavía más avanzados donde pueden existir dientes flojos, se tratara ajustando la mordida, por ejemplo, uniendo los dientes con férulas temporales para reducir el movimiento obteniendo más comodidad y mejor función. Los tratamientos adicionales pueden incluir Ortodoncia o la colocación de aparatos protésicos.

 

e) Tratamiento de los Periodoncistas

Los periodoncistas tienen entrenamiento extenso y avanzado para tratar la enfermedad periodontal, deben prepararse académicamente mínimo dos años después de haberse graduado como odontólogos. Como especialistas dedican su tiempo, energía y habilidades para atender a la gente que necesita el tratamiento de las encías. La Periodoncia es una de las ocho especialidades reconocidas por la Asociación Dental Americana (ADA).

 

f) Prevención de la enfermedad periodontal

Las visitas regulares al dentista, la limpieza diaria mantendrá el sarro a un mínimo, sin embargo no lo prevendrá totalmente. La limpieza profesional, por lo menos dos veces al año es necesaria.

Consulte a un especialista, el le mostrará la manera de tener un cuidado con sus dientes y una mejor salud dental por medio del hábito del cepillado y la utilización del hilo dental.

El mejor cuidado es evitar la aparición de la enfermedad, para ello:

*      Lavándose diariamente los dientes. Asegúrese de sacar la placa y los restos de comida que se alojan ente los dientes y en el borde de la encía.

*      Usando pasta dental con fluoruro

*      Haciendo gargarismos con antisépticos orales

*      Usando hilo dental todos los días

*      Visitando regularmente al dentista para que le realice una limpieza (dos veces por año)

 

g) Etapas de la Enfermedad Periodontal

Se resume las etapas de la progresión de la enfermedad y su asociación con los signos y síntomas.

Salud.- Color rosa coral, la encía rodea firmemente al diente, no sangran.

 

     

 

 

Gingivitis.- Sangrado al cepillado o al sondaje, encías inflamadas y sensibles, posible mal aliento y gusto.

 

Gingivitis es la enfermedad bacteriana que provoca inflamación y sangrado de las encías, causada por los restos alimenticios que quedan atrapados entre los dientes y por una nula o deficiente higiene bucal. Esta enfermedad se puede desarrollar después de tres días de no realizar la higiene oral (cepillado de dientes y lengua). Cuando esta enfermedad evoluciona a un estado crónico, provoca bolsas periodontales, movilidad dentaria, sangrado excesivo y espontáneo, y pérdida del hueso alveolar que sostiene a los dientes.

Existen varios tipos de gingivitis, todas con las mismas manifestaciones clínicas. Un tipo de gingivitis especialmente destructiva es la denominada Gingivitis Ulcero Necrotizante Aguda (GUNA). En esta el paciente presenta un aliento putrefacto, un tejido gingival necrozado y hemorragias espontáneas severas.

La mejor prevención de esta enfermedad es una correcta higiene bucal, un cepillado por lo menos dos veces por día y deben ser limpiados con hilo dental. Una vez establecida la gingivitis tal vez sea necesario un tratamiento odontológico que corresponde a una eliminación de tártaro de las superficies cervicales de los órganos dentarios.

a) Síntomas de la Gingivitis

La gingivitis suele ser indolora, aunque las encías pueden estar rojas e inflamadas y sangrar fácilmente con el cepillado. También puede haber mal sabor de boca o mal aliento persistente (halitosis). En las etapas avanzadas de las gingivitis, las encías retroceden y dejan expuesta la raíz de los dientes, que pueden aflojarse y caer. Esto puede indicar una periodontitis.

b) Tratamiento de la Gingivitis

Entre los enjuagues bucales antibacteriano de venta con receta que se prescriben con frecuencia para tratar la inflamación de las encías está el chlorhexidine (Peridex, PerioGard.

El tratamiento por lo general incluye un régimen de buena higiene bucal, incluyendo el cepillado correcto de los dientes, el uso de hilo dental y la limpieza profesional. Los casos más graves pueden requerir de cirugía de las encías.

c) Suplementos nutricionales que pueden ser beneficiosos

Ácido fólico: Una solución al 0.1% de ácido fólico usada como enjuague bucal (5 ml dos veces al día durante 30 a 60 días) ha logrado reducir la inflamación de las encías y el sangrado en personas con gingivitis en estudios doble ciego. La solución de ácido fólico se mantiene en la boca de uno a cinco minutos y luego se escupe. También se encontró en un informe que el ácido fólico fue efectivo tomado en cápsulas o comprimidos (4 mg diarios), pero en otra prueba con mujeres embarazadas con gingivitis, sólo el enjuague bucal fue efectivo y no por vía oral. Las personas que deseen tomar grandes dosis de ácido fólico, como más de 1 mg diario, deben consultar a un médico.

Vitamina C (De 100 a 300 mg diarios): Se ha descrito que las personas con deficiencia de vitamina C tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades periodontales. Tiene sentido que aquellas personas con deficiencia tomen un suplemento de vitamina C para mejorar la salud de sus encías. Sin embargo, se ha visto en varios estudios que en las personas que consumen cantidades adecuadas de vitamina C en su dieta, el suplemento de vitamina C no tuvo un efecto terapéutico adicional. Las investigaciones, incluyendo los resultados obtenidos en estudios doble ciego, demuestran que la vitamina C no ha logrado reducir en forma importante la inflamación gingival en personas que no sufrían de deficiencia de esta vitamina. 

Coenzima Q10 (CoQ10) (50 mg diarios durante tres semanas): También puede aplicarse localmente.

Vitamina C más flavonoides: En un estudio, la administración de vitamina C más flavonoides (300 mg diarios de cada uno) logró mejorar la salud de las encías en un grupo de personas con gingivitis. Sin embargo, hubo menos mejoría cuando la vitamina C se suministró sin los flavonoides. Más aún, la evidencia preliminar sugiere que los flavonoides por sí solos podrían reducir la inflamación de las encías.

d) Hierbas que pueden ser beneficiosas

Enjuague bucal: Se ha usado con éxito un enjuague bucal con una combinación de aceite de salvia, aceite de menta, mentol, tintura de manzanilla, jugo de equinácea, tintura de mirra, aceite de clavo y aceite de alcaravea para tratar la gingivitis. En casos de inflamación aguda de las encías, 0.5 ml de la mezcla de hierbas en medio vaso de agua tres veces al día es lo que recomiendan algunos herbolarios. Esta preparación debe pasarse varias veces despacio de un lado a otro de la boca antes de escupirla. Para evitar la recurrencia, puede usarse la misma cantidad de la mezcla con menos frecuencia.

Pasta dental: Se ha estudiado una pasta dental con sanguinaria del Canadá más zinc, pero los resultados no han sido concluyentes.

 

Periodontitis Leve.- Sangrado más pronunciado e hinchazón en las encías, las encías comienzan a despegarse de los dientes, mal aliento y gusto, bolsas de 3-4 mm de profundidad.

 

 

Periodontitis Moderada.- Los dientes se ven más largos debido a la retracción, pueden desarrollarse abscesos, mal aliento y mal gusto, los dientes pueden comenzar a moverse y a mostrar espacios, bolsas de 4-6 mm de profundidad.

 

 

 

 

 

Periodontitis Avanzada.- La movilidad dentaria puede incrementarse, Mal aliento y mal gusto constantes,  Sensibilidad dentaria debido a la exposición de las raíces, Bolsas mayores a 6 mm, Pueden perderse algunos dientes.

 

 

 

 

Higiene bucodental

 

Una adecuada higiene bucodental desde la infancia deviene fundamental para conservar la dentadura, encías y boca en buenas condiciones. El abecé de los cuidados de la boca debe incluir el cepillado diario, el uso de hilo dental, una revisión periódica por parte del dentista y el control de la dieta (limitando el consumo de dulces). La labor de los progenitores es primordial para trasmitir unos correctos hábitos de higiene bucodental a los niños: hay que enseñarles cómo hacerlo y ser constantes en el empeño. Atrás quedó la política sanitaria basada en la extracción y la mutilación; hoy se apuesta por la prevención, aunque queda mucho por hacer: algo más de la mitad de los escolares de 14 años y más del 90% de los adultos tienen caries.

 

La temida caries

La caries dental es una de las enfermedades más frecuentes en el mundo y la alteración bucal más habitual, junto con las aftas bucales y la enfermedad periodontal (problemas de encías…). En los últimos años su frecuencia está  disminuyendo gracias a los programas de salud bucodental, a una mayor atención dental y a la utilización del flúor en los dentífricos y en las aguas de consumo. Se caracteriza por la destrucción del esmalte dental y la dentina (tejido duro situado debajo del esmalte) ocasionado por una de las bacterias, el Streptococcus Mutans, que se desarrolla en la placa dental y segrega grandes cantidades de ácido láctico que erosiona el esmalte dental. También intervienen otras bacterias. Desde hace años uno de los objetivos de investigadores estadounidenses e ingleses es el desarrollo de vacunas para eliminar de forma definitiva la caries. Se ha adelantado poco en este proyecto, por lo que la prevención de la caries queda hoy reducida a una adecuada higiene bucodental y la visita periódica al dentista.

 

La saliva

Los dientes y la saliva son los primeros obreros de la digestión. Pero la saliva juega, además, un papel fundamental en la higiene de la boca, hasta el punto que se podría decir que resulta clave en la conservación de una dentadura. Actúa estabilizando el ph de la boca, es decir, su mayor o menor grado de acidez, que se puede ver alterado por el alto contenido en carbonatos y fosfatos que se depositan en ella, y evita la proliferación de la placa bacteriana, primer paso para la aparición de las caries y de la destrucción del diente. Y por si esto fuera poco, aporta elementos como el calcio y flúor, que ayudan a remineralizar los dientes y conservar su esmalte. La saliva es segregada por las glándulas salivares, que producen casi un litro de saliva diario. Por la noche fabricamos menos saliva, de ahí la importancia de cepillarse los dientes por la noche.

 

Cómo elegir la pasta de dientes Respecto a la pasta dental a utilizar, el arsenal de marcas y tipos disponible puede inducir a la confusión. Hay una gran variedad de sabores, colores y envases, algunas con blanqueadores, otras con controladores de placa, etc., pero lo más importante es que contengan flúor, que parece prevenir la aparición de caries. El flúor puede evitar que se inicie el proceso de caries, dado que aumenta la resistencia del esmalte al ataque bacteriano. La incorporación de este mineral a los dentífricos y a las aguas de consumo, juntamente con un mayor cuidado de la boca desde la infancia, han contribuido a la disminución de la caries dental en la población.

 

Casi todas las pastas incluyen pequeñas dosis de abrasivos como la silica u otros, que ayudan a remover manchas y placas y pulen los dientes. Por lo general está n presentes en cantidades tan pequeñas que no desgastan el esmalte, pero no hay  que abusar de ellas.

 

Niños y ancianos

En el niño hay que iniciar la limpieza en cuanto salen los primeros dientes. Un cepillo suave y blando acompañado de simple agua será  suficiente al principio. Hasta que pueda hacerlo por sí mismo habrá  que ayudarle y enseñarle a cepillarse los dientes correctamente. Es importante aprovechar este momento para concienciarle sobre la necesidad de la higiene diaria, una boca sana en el adulto se cimienta en los cuidados iniciales desde la infancia. Cuando las piezas dentales comienzan a tocarse es el momento de introducir la seda dental en los hábitos de limpieza. En cuanto a la primera visita al dentista, conviene no retrasarla tras la aparición los dientes. Para las personas reticentes a invertir en la prevención de la salud bucodental, una nota disuasoria: el gasto para curarlos suele ser mucho mayor que el gasto para cuidarlos.

 

En las personas mayores se produce una disminución de la producción y secreción de saliva, por lo que hay que extremar la higiene de la boca. Algo similar ocurre con personas que toman determinados medicamentos, como tranquilizantes, ansiolíticos, antidepresivos, antihistamínicos y otros que producen sequedad de boca.

 

 

EL COLOR DE LOS DIENTES

   El color de los dientes viene determinado fundamentalmente por la genética, pero no hay duda de que de los cuidados que brindemos a la boca influirá n en el aspecto de nuestra dentadura.

   El tabaco, el café  en exceso, una deficiente higiene bucal y otras circunstancias manchan los dientes y propician la utilización de dentífricos blanqueadores. Pero estos productos no consiguen este efecto por sí solos y, además, las pastas abrasivas utilizadas con este fin y de forma continuada pueden dañar el diente y la encía.

   Hay técnicas eficaces para blanquear la dentadura, como el láser, la luz de plasma, la luz haló gena o la aplicación de calor, pero es un dentista quien debería prescribirlas. Su resultado es bueno pero no definitivo: el color tiende a revertir con el tiempo y se precisarán tratamientos de mantenimiento.

Conclusiones y Recomendaciones

Si no se mantiene una limpieza cuidadosa de los dientes se producen las enfermedades periodontales (como la gingivitis), hasta llegar a la pérdida de los dientes.

Las enfermedades periodontales pueden tratarse oportunamente por medio de tratamientos, como limpieza  o remoción de sarros, de lo contrario se llega hasta las operaciones quirúrgicas.

La recomendación es acudir periódicamente al odontólogo o periodoncista para sus respectivas limpiezas.