Enfermedad periodontal.
Higiene bucodental
3.
Conclusiones y
Recomendaciones La enfermedad periodontal
es una infección bacteriana de las encías que destruye las fibras de
incersión de la placa dental y el hueso de soporte que mantiene los dientes
en la boca. La principal causa de esta enfermedad es la placa bacteriana, una
película pegajosa, incolora que se forma constantemente en los dientes. Las
toxinas producidas por la bacteria en la placa inflaman las encías,
provocando la infección. El estado menos severo se conoce como gingivitis, y
conforme avanza la enfermedad se forman bolsas estas se llenan de infección y
destruye mas tejido, hueso y los dientes eventualmente se aflojan y se
pierden. a) Síntomas de
la enfermedad periodontal •
Sangrado al cepillarse o al usar el hilo dental. •
Encías que van dejan al descubierto las raíces de los dientes. •
Encías enrojecidas, agrandadas y fácilmente móviles. •
Dientes móviles y que se empiezan a separar. •
Pus entre la encía y el diente. •
Mal aliento persistente. •
Cambios en la posición de la mordida de los dientes. •
Cambios en los ajustes de las prótesis removibles. •
El incremento de espacio entre los dientes. •
Sensibilidad a comida o líquidos fríos, calientes o dulces Sin embargo es posible
tener la enfermedad periodontal sin notar ninguno de estos signos, por está
razón es importante solicitar una evaluación periodontal. Consideraciones
Al comienzo, la placa dentobacteriana irrita
las encías. Si se endurece, se transforma en sarro, y se inicia la
destrucción del tejido que conecta el diente con la encía (gingivitis). Con la retracción de la encía se forman
grandes huecos entre la encía y el diente, en los que se acumula placa. Si
esto continúa se daña el hueso y los dientes se aflojan y caen o deben ser
extraídos. b) Otros
factores que contribuyen a la enfermedad periodontal Diabetes. Las enfermedades
periodontales pueden ser más severas en diabéticos no controlados. Las enfermedades que
interfieren con el sistema inmunológico del cuerpo pueden empeorar la
condición de las encías. Embarazo y pubertad. Algunos cambios hormonales pueden provocar que las encías se tornen rojas, blandas y sangren fácilmente. Estrés. Medicamentos. Apretamiento ó
rechinamiento de los dientes. Esos hábitos pueden ejercer mucha presión en el tejido de soporte de los dientes y acelerar la destrucción de los tejidos. Fumar. Mala alimentación. Una dieta baja en nutrientes provoca que el cuerpo tenga dificultades de combatir infecciones. c) Tratamiento para la enfermedad de las encías En las etapas iniciales de
la enfermedad de las encías, el tratamiento consiste en remover la placa y
cálculos de las bolsas alrededor de los dientes puliendo y alisando las
raíces. Así se eliminan las bacterias y los irritantes que causan la
inflamación. Normalmente el tratamiento
permite que la encía se adhiera de nuevo al diente o se contraiga lo
suficiente para eliminar la bolsa. En la mayoría de los casos de la
enfermedad periodontal inicial requiere un raspado, alisado radicular y una
buena higiene oral para obtener resultados satisfactorios. d) Tratamiento
quirúrgico En casos todavía más
avanzados donde pueden existir dientes flojos, se tratara ajustando la
mordida, por ejemplo, uniendo los dientes con férulas temporales para reducir
el movimiento obteniendo más comodidad y mejor función. Los tratamientos
adicionales pueden incluir Ortodoncia o la colocación de aparatos protésicos. e) Tratamiento
de los Periodoncistas Los periodoncistas tienen
entrenamiento extenso y avanzado para tratar la enfermedad periodontal, deben
prepararse académicamente mínimo dos años después de haberse graduado como
odontólogos. Como especialistas dedican su tiempo, energía y habilidades para
atender a la gente que necesita el tratamiento de las encías. f) Prevención de la enfermedad periodontal Las visitas regulares al
dentista, la limpieza diaria mantendrá el sarro a un mínimo, sin embargo no
lo prevendrá totalmente. La limpieza profesional, por lo menos dos veces al
año es necesaria. Consulte a un especialista,
el le mostrará la manera de tener un cuidado con sus dientes y una mejor
salud dental por medio del hábito del cepillado y la utilización del hilo
dental. El mejor cuidado es evitar
la aparición de la enfermedad, para ello:
Lavándose
diariamente los dientes. Asegúrese de sacar la placa y los restos de comida
que se alojan ente los dientes y en el borde de la encía.
Usando
pasta dental con fluoruro
Haciendo
gargarismos con antisépticos orales
Usando
hilo dental todos los días
Visitando
regularmente al dentista para que le realice una limpieza (dos veces por año) g) Etapas de Se resume las etapas de la progresión de
la enfermedad y su asociación con los signos y síntomas. Salud.- Color rosa coral, la encía rodea
firmemente al diente, no sangran. Gingivitis.- Sangrado al
cepillado o al sondaje, encías inflamadas y sensibles, posible mal aliento y
gusto.
Gingivitis es la enfermedad bacteriana que provoca inflamación y sangrado de las encías, causada por los restos alimenticios
que quedan atrapados entre los dientes y por una nula o deficiente higiene bucal.
Esta enfermedad se puede desarrollar después de tres días de no realizar la
higiene oral (cepillado de dientes y lengua). Cuando esta enfermedad
evoluciona a un estado crónico,
provoca bolsas periodontales, movilidad dentaria, sangrado excesivo y
espontáneo, y pérdida del hueso alveolar que sostiene a los dientes. Existen varios tipos de gingivitis, todas con las mismas manifestaciones
clínicas. Un tipo de gingivitis especialmente destructiva es la denominada
Gingivitis Ulcero Necrotizante Aguda (GUNA). En esta el paciente presenta un
aliento putrefacto, un tejido gingival necrozado y hemorragias espontáneas
severas. La mejor prevención de esta enfermedad es una correcta higiene bucal,
un cepillado por lo menos dos veces por día y deben ser limpiados con hilo dental. Una vez establecida la gingivitis
tal vez sea necesario un tratamiento odontológico que corresponde a una
eliminación de tártaro de las superficies
cervicales de los órganos dentarios. a)
Síntomas de
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Periodontitis Moderada.- Los dientes se ven más largos debido a la retracción, pueden
desarrollarse abscesos, mal aliento y mal gusto, los dientes pueden comenzar
a moverse y a mostrar espacios, bolsas de 4-
Periodontitis Avanzada.- La movilidad dentaria puede
incrementarse, Mal aliento y mal gusto constantes, Sensibilidad dentaria debido a la
exposición de las raíces, Bolsas mayores a
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Una adecuada higiene bucodental desde la
infancia deviene fundamental para conservar la dentadura, encías y boca en
buenas condiciones. El abecé de los cuidados de la boca debe incluir el
cepillado diario, el uso de hilo dental, una revisión periódica por parte del
dentista y el control de la dieta (limitando el consumo de dulces). La labor
de los progenitores es primordial para trasmitir unos correctos hábitos de
higiene bucodental a los niños: hay que enseñarles cómo hacerlo y ser
constantes en el empeño. Atrás quedó la política sanitaria basada en la
extracción y la mutilación; hoy se apuesta por la prevención, aunque queda
mucho por hacer: algo más de la mitad de los escolares de 14 años y más del
90% de los adultos tienen caries.
La temida caries
La
caries dental es una de las enfermedades más frecuentes en el mundo y la
alteración bucal más habitual, junto con las aftas bucales y la enfermedad
periodontal (problemas de encías…). En los últimos años su frecuencia
está disminuyendo gracias a los
programas de salud bucodental, a una mayor atención dental y a la utilización
del flúor en los dentífricos y en las aguas de consumo. Se caracteriza por la
destrucción del esmalte dental y la dentina (tejido duro situado debajo del
esmalte) ocasionado por una de las bacterias, el Streptococcus Mutans, que se
desarrolla en la placa dental y segrega grandes cantidades de ácido láctico
que erosiona el esmalte dental. También intervienen otras bacterias. Desde
hace años uno de los objetivos de investigadores estadounidenses e ingleses
es el desarrollo de vacunas para eliminar de forma definitiva la caries. Se
ha adelantado poco en este proyecto, por lo que la prevención de la caries
queda hoy reducida a una adecuada higiene bucodental y la visita periódica al
dentista.
La saliva
Los
dientes y la saliva son los primeros obreros de la digestión. Pero la saliva
juega, además, un papel fundamental en la higiene de la boca, hasta el punto
que se podría decir que resulta clave en la conservación de una dentadura.
Actúa estabilizando el ph de la boca, es decir, su mayor o menor grado de
acidez, que se puede ver alterado por el alto contenido en carbonatos y
fosfatos que se depositan en ella, y evita la proliferación de la placa
bacteriana, primer paso para la aparición de las caries y de la destrucción
del diente. Y por si esto fuera poco, aporta elementos como el calcio y
flúor, que ayudan a remineralizar los dientes y conservar su esmalte. La
saliva es segregada por las glándulas salivares, que producen casi un litro
de saliva diario. Por la noche fabricamos menos saliva, de ahí la importancia
de cepillarse los dientes por la noche.
Cómo
elegir la pasta de dientes Respecto a la pasta dental a utilizar, el arsenal
de marcas y tipos disponible puede inducir a la confusión. Hay una gran
variedad de sabores, colores y envases, algunas con blanqueadores, otras con
controladores de placa, etc., pero lo más importante es que contengan flúor,
que parece prevenir la aparición de caries. El flúor puede evitar que se
inicie el proceso de caries, dado que aumenta la resistencia del esmalte al
ataque bacteriano. La incorporación de este mineral a los dentífricos y a las
aguas de consumo, juntamente con un mayor cuidado de la boca desde la
infancia, han contribuido a la disminución de la caries dental en la
población.
Casi
todas las pastas incluyen pequeñas dosis de abrasivos como la silica u otros,
que ayudan a remover manchas y placas y pulen los dientes. Por lo general
está n presentes en cantidades tan pequeñas que no desgastan el esmalte, pero
no hay que abusar de ellas.
Niños y ancianos
En el niño hay que iniciar la limpieza en
cuanto salen los primeros dientes. Un cepillo suave y blando acompañado de
simple agua será suficiente al
principio. Hasta que pueda hacerlo por sí mismo habrá que ayudarle y enseñarle a cepillarse los
dientes correctamente. Es importante aprovechar este momento para
concienciarle sobre la necesidad de la higiene diaria, una boca sana en el
adulto se cimienta en los cuidados iniciales desde la infancia. Cuando las
piezas dentales comienzan a tocarse es el momento de introducir la seda
dental en los hábitos de limpieza. En cuanto a la primera visita al dentista,
conviene no retrasarla tras la aparición los dientes. Para las personas
reticentes a invertir en la prevención de la salud bucodental, una nota
disuasoria: el gasto para curarlos suele ser mucho mayor que el gasto para
cuidarlos.
En las personas mayores se produce una
disminución de la producción y secreción de saliva, por lo que hay que
extremar la higiene de la boca. Algo similar ocurre con personas que toman
determinados medicamentos, como tranquilizantes, ansiolíticos,
antidepresivos, antihistamínicos y otros que producen sequedad de boca.
EL
COLOR DE LOS DIENTES
El color de los dientes viene determinado
fundamentalmente por la genética, pero no hay duda de que de los cuidados que
brindemos a la boca influirá n en el aspecto de nuestra dentadura.
El tabaco, el café en exceso, una deficiente higiene bucal y
otras circunstancias manchan los dientes y propician la utilización de
dentífricos blanqueadores. Pero estos productos no consiguen este efecto por
sí solos y, además, las pastas abrasivas utilizadas con este fin y de forma continuada
pueden dañar el diente y la encía.
Hay técnicas eficaces para blanquear la
dentadura, como el láser, la luz de plasma, la luz haló gena o la aplicación
de calor, pero es un dentista quien debería prescribirlas. Su resultado es
bueno pero no definitivo: el color tiende a revertir con el tiempo y se
precisarán tratamientos de mantenimiento.
Conclusiones y
Recomendaciones
Si no se mantiene una
limpieza cuidadosa de los dientes se producen las enfermedades periodontales
(como la gingivitis), hasta llegar a la pérdida de los dientes.
Las enfermedades
periodontales pueden tratarse oportunamente por medio de tratamientos, como
limpieza o remoción de sarros, de lo
contrario se llega hasta las operaciones quirúrgicas.
La recomendación es
acudir periódicamente al odontólogo o periodoncista para sus respectivas
limpiezas.