Cannabis terapéutico
Partiendo del
hecho que en España no está permitido el uso terapéutico del cannabis, todas
las instituciones sanitarias saben que hay un número importante de pacientes
que están consumiendo la sustancia con esa finalidad.
Esto implica un
gran riesgo por la falta de control
médico, variabilidad en principios
activos de la planta, etc.
Aquí lo que se pretende es
informar a las personas que lo usan con fin terapéutico y en ningún caso se
incita a su uso o consumo. Pero se considera importante la información para
disminuir riesgos. Siempre diferenciando
claramente el USO TERAPÉUTICO del USO LÚDICO, que la diferencia es sustancial.
El cannabis para
uso terapéutico no tiene nada que ver con el consumo lúdico y recreativo. Los
riesgos son diferentes, y los efectos, también.
DESCRIPCIÓN
QUÍMICA
Inflorescencias
secas de la planta femenina de Cannabis sativa L.
Principios activos:
cannabinoides, fundamentalmente delta-9-tetrahidrocanabinol (delta-9-THC:
también denominado dronabinol), y en menor cantidad ácido delta-9-THC,
delta-8-THC, cannabidiol y cannabinol.
Se desaconseja
totalmente el consumo de la resina (en el argot: hachís, chocolate), porque
tiene una mayor concentración en principios activos -mayor posibilidad de
intoxicación- y también contiene productos que se mezclan con la sustancia y pueden
ser muy tóxicos.
INDICACIONES
Registradas
Tratamiento
adicional para la mejoría de los síntomas en pacientes con espasticidad
moderada o grave debida a la esclerosis múltiple (EM) que no han respondido de
forma adecuada a otros medicamentos antiespásticos y que han mostrado una
mejoría clínicamente significativa de los síntomas relacionados con la
espasticidad durante un período inicial de prueba del tratamiento.
No registradas
Problemas de médula
espinal: contra el dolor, espasmos y convulsiones musculares.
Cáncer y
VIH/SIDA: dolor; vómitos y náuseas como efectos secundarios de la
quimioterapia, la radioterapia y la medicación antirretroviral; como
estimulante del apetito.
Dolores crónicos
de origen nervioso.
Síndrome de
Guilles de Tourette: ayuda a detener los tics.
Hay que recordar
que el cannabis no juega ningún papel en la curación de estas dolencias. Sólo
-en algunos casos y ante el fracaso de los fármacos existentes para abordarlas-
puede ayudar a aliviar sus síntomas.
Lo más
aconsejable es, pese a que no esté autorizado en nuestro entorno, comentar con
el médico la posibilidad de consumir el cannabis.
También se habla
de otras indicaciones, pero no hay suficientes estudios clínicos que las
avalen.
CONTRAINDICACIONES
·
Trastornos psicóticos.
·
Pacientes con problemas psicológicos.
·
Problemas de corazón: arritmias cardíacas,
insuficiencia coronaria o pacientes que hayan tenido alguna angina de pecho o
infarto.
·
Personas que deban utilizar maquinaria o
tengan que conducir.
DOSIFICACIÓN
Es muy difícil
establecer una buena pauta de dosificación, ya que estamos hablando de una
sustancia con una gran variabilidad. Esta variedad en la dosis dependerá de la
calidad y las características de la planta de la que se disponga. Lo mejor es
aumentar la dosis poco a poco, esperando encontrar el efecto deseado. Es
recomendable obtener siempre la sustancia de un mismo origen, ya que las
posibilidades de que la cantidad de principios activos sean similares son más altas.
El cannabis
medicinal se puede utilizar de diferentes maneras: infusión, inhalación o
ingestión.
La inhalación es
la vía más rápida, porque los principios activos del cannabis van directamente
a los pulmones y su absorción es más rápida. Se hace utilizando
"vaporizadores", que son unos aparatos que calientan el cannabis y
hacen que los principios activos se volatilicen y vayan a los pulmones una vez
se han inhalado. La diferencia con la combustión (fumar) es que esta segunda
opción es más nociva porque están presentes algunos agentes cancerígenos e
irritantes para las vías respiratorias.
El efecto máximo
en la inhalación se produce al cabo de 15 minutos, y la duración es de 2-3
horas.
En el caso de las
infusiones, se debe añadir un poco de aceite, mantequilla o leche entera al
agua, porque los cannabinoides son liposolubles (solubles en aceite) y no se
solubilizan en agua. En este caso, los efectos se notarán a los 30-90 minutos,
el efecto máximo se notará a las 2-3 horas y el efecto puede durar hasta 8
horas después de la administración.
Atención:
La inhalación de
cannabis tiene más posibilidades de producir efectos secundarios psicológicos.
Sobre todo si el cannabis lleva mucho dronabinol -cosa que no podemos saber,
porque no se trata de una sustancia controlada en la comercialización-. Por eso
se recomienda empezar por una dosis baja o bien inhalando menos veces. Otra
posibilidad es empezar por la infusión de cannabis en lugar de la inhalación.
Pero también como infusión se tiene que empezar poco a poco.
Es más difícil
encontrar la dosis adecuada en la infusión que en la inhalación, ya que tarda
más tiempo en hacer efecto. Se empieza siempre por una taza al día. Si no fuera
suficiente, se puede subir la dosis hasta dos tazas al día.
Hay que esperar
una o dos semanas para poder juzgar los efectos. El efecto es menor después de
un uso repetido.
Como el cannabis
que se consume en nuestro entorno no está controlado en cuanto a concentración
de principios activos, hay que tener mucho cuidado con la dosificación.
La dosis depende
mucho la persona y de la experiencia que haya tenido con el cannabis. Hay que
empezar siempre con dosis pequeñas.
INTERACCIONES
Antidepresivos inhibidores
selectivos de la captación de serotonina: El THC puede aumentar el efecto de la
fluoxetina.
Antidepresivos
tricíclicos: El THC puede aumentar los efectos secundarios de la amitriptilina,
que serían taquicardia, hipertensión y sedación.
Antiinflamatorios
no esteroideos: La indometacina y el ácido acetilsalicílico reducen los efectos
del THC.
Barbitúricos:
Aumentan los efectos depresivos del THC y también aumentan la taquicardia que
provoca el consumo de THC.
Benzodiazepinas:
Pueden aumentar la depresión del sistema nervioso y a la vez también del
sistema respiratorio.
Beta-bloqueantes:
Reducen la taquicardia asociada al THC.
Etanol (alcohol):
Puede aumentar el deterioro del sistema nervioso.
Opiáceos:
Aumentan la sedación y la analgesia.
Teofilina: Los
cannabinoides aumentan el catabolismo de la teofilina. Por tanto será necesario
aumentar la dosis.
Anticolinérgicos:
La atropina y la escopolamina pueden aumentar la taquicardia producida por el
THC.
Disulfiramo: El
THC interacciona con el disulfiramo, produciendo una reacción muy desagradable
para el paciente. Evitar la asociación de las dos sustancias.
Si se está
tomando algún medicamento, hay que contrastar siempre que no interaccione con
las sustancias que contiene el cannabis.
EFECTOS SECUNDARIOS
Los efectos
secundarios psicológicos que se pueden experimentar pueden ser muy diferentes.
Depende de la calidad del cannabis, de la manera en la que se usa, de la
experiencia que tiene el usuario con la sustancia y también del estado de ánimo
a la hora de tomarlo.
Después de
consumirlo, la persona puede tener una sensación de euforia que poco a poco
cambia a una sensación de satisfacción, calma y tranquilidad. Otros efectos
son: relajamiento, ataques de risa, apetito, gran sensibilidad para la música y
los colores, cambio de sentido en el espacio y el tiempo y pereza. También
puede tener lugar una falta de reacción, sobre todo durante las primeras horas
después de la utilización. Después de la inhalación, las dos primeras horas son
las más importantes; si la ingestión es oral, hay que tener en cuenta las
primeras cuatro horas.
La percepción
cambiada puede comportar sensaciones de miedo, pánico y confusión. Y en
pacientes que no se encuentran bien, utilizarlo puede comportar una reacción
negativa peor.
El consumo diario
puede afectar a la memoria y a la capacidad de concentración.
Se han constatado
casos con manifestaciones de intranquilidad e insomnio.
También puede
llevar a una reacción psicótica, que se puede reconocer por las alucinaciones.
Otros efectos secundarios son: taquicardia, hipotensión ortostática (cuando se
está de pie), dolor de cabeza, mareo, tener frío y calor al mismo tiempo en los
pies y en las manos, ojos enrojecidos, músculos adormecidos, boca reseca...
Si se fuma, se
irritan las vías respiratorias y a la larga pueden aparecer enfermedades como
bronquitis, faringitis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o cáncer de
pulmón.
EMBARAZO Y
LACTANCIA
Se desaconseja su
uso durante el embarazo y la lactancia, porque el cannabinol puede llegar al
feto y también excretarse por la leche materna.
Hay estudios que
evidencian una cierta relación entre el consumo de la sustancia durante el
embarazo y ciertos aspectos del comportamiento del niño que entrarían dentro de
la denominada función ejecutiva -atención/impulsividad y aquellas situaciones
de resolución de problemas en las que se exige capacidad de integración y
manipulación de habilidades perceptivas visuales elementales-.
RIESGO DE
DEPENDENCIA
El riesgo de
dependencia es relativamente bajo cuando se administra cannabis durante un
período corto de tiempo (por ejemplo, como tratamiento para reducir las náuseas
y vómitos producidos por la quimioterapia). En el caso de un tratamiento más
largo (dolor, esclerosis múltiple...), el riesgo de dependencia es más elevado,
y en dichos casos será muy importante valorar el efecto beneficio/riesgo y
tomar una decisión.
Algunos usuarios
manifiestan padecer síndrome de abstinencia si dejan bruscamente el consumo.
Este síndrome, que es moderado, se caracteriza por irritabilidad, nerviosismo,
trastornos del sueño, hiperhidrosis (secreción de sudor exagerada) y anorexia.
Hay que aclarar
que la dependencia viene determinada por factores más psicológicos que físicos.
Hay que minimizar
todo lo posible los riesgos asociados al consumo de cannabis para uso
terapéutico.
ADVERTENCIAS
ESPECIALES
El cannabis puede
empeorar alteraciones psicológicas, especialmente en personas psicóticas. Por tanto
es importante tener en cuenta esta premisa antes de decidir tomarlo.
El uso del
cannabis puede influir en la capacidad de concentración y reacción. Por eso se
recomienda no conducir ningún vehículo ni utilizar maquinaria peligrosa si se
ha consumido cannabis. Si, a pesar de todo, es imprescindible coger el coche,
se deberá esperar como mínimo 2,30 h si se ha tomado por inhalación y 4-5 h si
se ha tomado por ingestión.
Los efectos
secundarios psíquicos pueden dar lugar a un ataque de pánico. Es aconsejable
estar acompañado si se utiliza cannabis por primera vez.
El cannabis
contiene productos de combustión nocivos, como por ejemplo materiales
cancerígenos y monóxido de carbono.
No se puede
utilizar cannabis durante el embarazo ni la lactancia.
Antes de utilizar
cannabis, es muy importante conocer y contrastar la medicación que se está
tomando.
Fuente de los datos,
aunque con modificaciones: COF Barcelona.