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Definición Es una inflamación de una o más
articulaciones que provoca dolor, hinchazón, rigidez y movimiento limitado. Existen
más de 100 tipos diferentes de artritis. Causas, incidencia y
factores de riesgo La artritis involucra la degradación del
cartílago, el cual normalmente protege la articulación, permitiendo el
movimiento suave. El cartílago también absorbe el golpe cuando se ejerce
presión sobre la articulación, como sucede cuando la persona camina. Sin la
cantidad usual de cartílago, los huesos se rozan, causando dolor, hinchazón
(inflamación) y rigidez. La inflamación de la articulación se
puede presentar por diversas razones, incluyendo:
Fractura
ósea
Infección
(generalmente causada por bacterias o virus)
Una
enfermedad autoinmunitaria, que se presenta cuando el cuerpo se ataca a sí
mismo porque el sistema inmunitario cree que una parte de éste es extraña.
"Desgaste
y deterioro" general de las articulaciones. A menudo, la inflamación desaparece
después de que la lesión ha sanado, se ha tratado la enfermedad o después de
que la infección ha sido eliminada. Con algunas lesiones y enfermedades, la
inflamación no desaparece o la destrucción produce dolor y deformidad
prolongados, lo que se considera artritis crónica. La osteoartritis es la
variedad más común y es probable que ocurra con más frecuencia a medida que
la persona envejece. Se puede sentir en cualquier articulación, pero se da
con más frecuencia en las caderas, las rodillas y los dedos de las manos. Los
factores de riesgo para la osteoartritis son:
Tener
sobrepeso
Haberse
lesionado previamente la articulación afectada
Utilizar
la articulación afectada en una acción repetitiva que ponga tensión en la
misma (los beisbolistas, los bailarines de ballet y los trabajadores de la
construcción están todos en riesgo) La artritis puede presentarse en hombres
y mujeres de cualquier edad. Alrededor de 37 millones de personas en los
Estados Unidos tienen algún tipo de artritis, es decir casi 1 de cada 7
personas. Otros tipos o causas de artritis son,
entre otros:
Artritis
reumatoidea (en adultos)
Artritis
reumatoidea juvenil (en niños)
Lupus
eritematoso sistémico (LES)
Gota
Esclerodermia
Artritis
psoriásica
Espondilitis
anquilosante
Síndrome
de Reiter (artritis reactiva)
Enfermedad
de Still del adulto
Artritis
viral
Artritis
gonocócica
Otras
infecciones bacterianas (artritis bacteriana no gonocócica)
Enfermedad
de Lyme-terciaria (el estado tardío)
Artritis
tuberculosa
Infecciones
micóticas como la blastomicosis
Síntomas Los pacientes con artritis pueden sufrir
de los siguientes síntomas:
Dolor
articular
Inflamación
articular
Rigidez
especialmente en la mañana
Calor
alrededor de una articulación
Enrojecimiento
de la piel alrededor de una articulación
Disminución
de la capacidad para mover la articulación Signos y exámenes Primero, el médico elaborará una historia
clínica detallada para ver si la artritis u otro problema musculoesquelético
es la probable causa de los síntomas. Luego, un examen físico completo puede
mostrar una acumulación de líquido alrededor de la articulación (llamada
"derrame"). La articulación puede mostrar sensibilidad al ser
presionada suavemente y puede presentar calor y enrojecimiento, lo que es más
típico en artritis infecciosa y artritis autoinmunitaria. Puede ser doloroso
o difícil rotar la articulación en algunas direcciones, lo que se conoce como
"rango de movimiento limitado". En ciertas formas autoinmunitarias de
artritis, las articulaciones pueden deformarse si no se trata la enfermedad;
dichas deformidades son los distintivos de la artritis reumatoidea severa que
no se ha tratado. Las pruebas varían de acuerdo con la
causa que se sospeche y a menudo abarcan exámenes de sangre y radiografías de
las articulaciones. Para verificar la presencia de infección y otras causas
de artritis (como gota causada por cristales), se extrae líquido de la
articulación con una aguja y se examina bajo el microscopio. Para mayor
información, ver los tipos específicos de artritis. Tratamiento El tratamiento de la artritis depende de
la causa particular, la gravedad de la enfermedad, las articulaciones
comprometidas y la forma como esta dolencia afecta las actividades diarias.
Además, la edad y la ocupación también se tienen en cuenta cuando el médico
trabaja juntamente con el paciente para elaborar un plan de tratamiento. De ser posible, el tratamiento se puede
enfocar hacia la eliminación de la causa subyacente de la artritis. Sin
embargo, por lo general, la causa no necesariamente se puede curar, como
sucede con la osteoartritis y la artritis reumatoidea; por lo tanto, el
tratamiento se orienta a reducir el dolor y el malestar y evitar una
discapacidad posterior. Es posible mejorar enormemente los
síntomas de osteoartritis y otros tipos de artritis crónicas sin el uso de
medicamentos. De hecho, hacer cambios en el estilo de vida sin el uso de
medicamentos es preferible para la osteoartritis y otras formas de
inflamación articulatoria. De ser necesario, los medicamentos se deben usar además
de los cambios en el estilo de vida. El ejercicio para la artritis es
necesario para mantener las articulaciones saludables, aliviar la rigidez,
reducir el dolor y la fatiga, y mejorar la fortaleza ósea y muscular. El
programa de ejercicios se debe diseñar de manera individual para cada persona
y se recomienda trabajar con un fisioterapeuta para diseñar el programa
individualizado, el cual debe incluir:
Ejercicios
de rango de movimiento para la flexibilidad
Ejercicios
de fortaleza para el tono muscular
Actividad
aeróbica de bajo impacto (también llamada ejercicios de resistencia) Un fisioterapeuta también puede aplicar
tratamientos de calor y frío en la medida de lo necesario y preparar a la
persona para el uso de tablillas o dispositivos ortóticos (enderezar) con el
fin de apoyar y alinear las articulaciones, lo cual puede ser particularmente
necesario para la artritis reumatoidea. El fisioterapeuta también puede
pensar en la hidroterapia, el masaje con hielo o la estimulación nerviosa
transcutánea (TENS, por sus siglas en inglés). El descanso es tan importante como el
ejercicio. De hecho, dormir de
Evitar
posiciones o movimientos que ejerzan tensión adicional sobre las
articulaciones afectadas.
Evitar
mantener una posición durante mucho tiempo.
Reducir
el estrés que puede empeorar los síntomas. Se puede ensayar con la meditación
o las imágenes guiadas. Igualmente, se puede hablar con el fisioterapeuta
acerca de la práctica de yoga o tai chi.
Hacer
modificaciones en el hogar con el fin de facilitar las actividades; por
ejemplo, tener varillas de donde tomarse en el baño, la tina o cerca del
sanitario. Otras medidas que se pueden probar son:
Tomar
glucosamina y condroitina, ya que forman los bloques estructurales del
cartílago, la sustancia que recubre las articulaciones. Estos suplementos
están disponibles en tiendas naturistas o supermercados. Aunque algunos
estudios muestran que estos suplementos pueden reducir los síntomas de
osteoartritis, otros no muestran ningún beneficio. Sin embargo, dado que estos
productos se consideran seguros, es aceptable probarlos y muchos pacientes
han sentido que sus síntomas se alivian.
Consumir
una dieta rica en vitaminas y minerales (especialmente antioxidantes como
vitamina E) que se encuentran en frutas y verduras. Las fuentes de selenio
abarcan la levadura de cerveza, el germen de trigo, el ajo, los granos
enteros, las semillas de girasol y las nueces de Brasil; mientras que los
ácidos grasos omega-3 se obtienen de los peces de agua fría (como el salmón,
la caballa y el arenque), la semilla de linaza, la semilla de colza (canola),
la semilla de soya, el aceite de soya, la semilla de calabaza y las nueces de
nogal.
Aplicar
crema de capsaicina (derivada de los pimentones picantes) en la superficie de
la piel sobre las articulaciones que duelen. El mejoramiento se puede sentir
después de aplicar la crema por MEDICAMENTOS: El médico seleccionará de una variedad de
medicamentos en la medida de lo necesario y, generalmente, los primeros
medicamentos que se prueban están disponibles sin receta. Estos abarcan:
Acetaminofeno
o paracetamol.
Aspirina,
ibuprofeno o naproxenoLos
medicamentos de prescripción abarcan:
Inhibidores
de la ciclooxigenasa 2.
Corticosteroides
("esteroides).
Medicamentos
antirreumáticos modificadores de la enfermedad.
Biológicos.
Inmunosupresores. Es muy importante tomar los medicamentos
de la manera como lo prescribe el médico y si la persona tiene dificultades
para hacerlo (por ejemplo, debido a efectos secundarios intolerables), debe
hablar con él. CIRUGÍA Y OTROS MÉTODOS: En algunos casos, la cirugía para
reconstruir la articulación (artroplastia) o reemplazarla (como el reemplazo
total de la articulación de la rodilla) puede ayudar a conservar un estilo de
vida más normal. La decisión de efectuar la cirugía de reemplazo articular
normalmente se toma cuando otras alternativas como los cambios en el estilo
de vida y los medicamentos ya no son efectivos. Las articulaciones normales contienen un
lubricante denominado líquido sinovial y, en aquellas que sufren artritis,
este líquido no se produce en cantidades adecuadas. En algunos casos, un
médico puede inyectar la articulación artrítica con una versión artificial
del líquido articular. Este líquido sintético puede posponer la necesidad de
una cirugía, al menos temporalmente, y mejorar la calidad de vida de las
personas con artritis. Expectativas (pronóstico) Unos pocos trastornos relacionados con la
artritis se pueden curar completamente con el tratamiento. La mayoría son
condiciones crónicas; sin embargo, el objetivo del tratamiento es controlar
el dolor y minimizar el daño de la articulación. La artritis crónica
frecuentemente aumenta y disminuye su grado de remisión. Complicaciones
Dolor
crónico
Restricciones
en el estilo de vida o discapacidad Situaciones que requieren
asistencia médica Se debe buscar asistencia médica si:
El
dolor articular persiste por más de 3 días.
Se
presenta un dolor articular agudo e inexplicable.
La
articulación afectada presenta una inflamación significativa.
La
persona tiene dificultad para mover la articulación.
La
piel alrededor de la articulación está enrojecida o caliente al tacto.
La
persona tiene fiebre o pérdida de peso involuntaria. Prevención Si la artritis se diagnostica y se trata
tempranamente, se puede prevenir el daño a la articulación. Se recomienda
averiguar si hay antecedentes familiares de artritis y compartir esta
información con el médico, incluso si la persona no tiene síntomas en las
articulaciones. La osteoartritis
se puede desarrollar con mayor probabilidad si se abusa de las articulaciones
(las lesionan muchas veces o las sobrecargan mientras están lesionadas). Se
debe tener cuidado de no sobrecargar de trabajo a una articulación lesionada
o adolorida e igualmente evitar los movimientos repetitivos. El sobrepeso también incrementa el riesgo
de desarrollar osteoartritis en las rodillas y posiblemente en las caderas y
manos. |