VÉRTIGO El vértigo es un síntoma, no una enfermedad, es muy frecuente y se estima que en algún momento, afecta al 1% de la población. Habitualmente,
es producido por una enfermedad benigna, a
pesar de que produce gran preocupación en la persona que lo sufre y. en ocasiones, puede
llegar a incapacitar. Consiste
en una ilusión
de movimiento del cuerpo (bamboleo) o de los objetos que nos rodean, con
frecuencia se acompańa
de náuseas y vómitos, la sensación de movimiento suele mejorar
cuando nos tumbamos, permanecemos sin
movemos y con los ojos cerrados. Esta
impresión
de movimiento es diferente del “mareo”, en donde se percibe una sensación de inestabilidad con visión borrosa. Hay tres tipos de vértigos:
Fisiológico o normal (por ejemplo, el que percibimos cuando
viajamos en un barco).
Central: producido por
enfermedades del sistema nervioso central (trastornos vasculares,
tumores, malformaciones, etc.).
Periférico: puede ser producido por numerosas afecciones, las más
frecuentes son: enfermedades del oído interno, traumatismos cervicales (por ejemplo un esguince cervical)
y artrosis cervical. El oído, además de ser el órgano encargado de la audición, tiene como misión participar en la coordinación del equilibrio de nuestro organismo. En el oído podemos diferenciar tres zonas:
oído externo, medio e interno. El oído interno tiene unos canales, en fama de caracol, que se encargan
de recoger la posición del cuerpo. Cuando el
origen del vértigo se encuentra en el oído interno, a los síntomas
referidos suelen acompańarse ruidos dentro
del oído (acúlenos). Tratamiento El tratamiento del vértigo es individual, va encaminado a tratar la
causa que lo desencadena. Se basa fundamentalmente en el reposo en cama, fármacos antieméticos (para evitar las náuseas/vómitos) y antivertiginosos
(antihistamínicos). Recomendaciones
A pesar de que es un síntoma desagradable, trate de tranquilizarse; por lo general, pronto desaparecerá.
Intente reconocer los
movimientos que provocan los síntomas (girar la cabeza hacia un lado determinado, elevarla....)
y trate de evitarlos.
Permanezca en reposo
(encamado) durante la fase aguda.
Evite automedicarse, lo que
fue bien para un familiar o vecino puede ser nocivo para
usted. Consulte a un especialista.
La medicación que le prescriba su medico es solo para los momentos de crisis y ayuda
a prevenirlos, por lo que debe tomarse sólo si tiene síntomas y suspenderla cuando se
encuentre bien.
La medicación puede producirle somnolencia,
evite la conducción
automovilística. |