REFLUJO
GASTROESOFAGICO El
reflujo gastroesofágico consiste en el ascenso
del contenido gástrico al esófago, sin que se relacione con náuseas y vómitos. En condiciones
normales esta situación es evitada por la existencia de una válvula entre el esófago y el estómago llamada cardias. En ocasiones,
puede aparecer reflujo gastroesofágico sin que
exista ninguna alteración en dicha válvula. El reflujo gastroesofágico se suele producir por problemas en el cardias. Se trata de una
enfermedad frecuente, que sufre, aproximadamente, uno de cada tres españoles. Habitualmente los síntomas más 'recuentes son el ardor y
la aparición de un sabor ácido o amargo en la boca. Los síntomas aparecen con mayor frecuencia en las horas siguientes a las comidas, especialmente si la
ingesta es abundante o si se ingieren alimentos ricos
en grasas Otros síntomas menos frecuentes que pueden aparecer son la dificultad para
tragar, tos, carraspera o dolor en el pecho. Las causas que pueden producir reflujo gastroesofágico son muchas, entre ellas se encuentran la hernia de hiato,
el sobrepeso, el embarazo o el tratamiento con algunos medicamentos. El principal riesgo del reflujo gastroesofágico es que puede producir "quemaduras* en
el esófago, que pueden producir ulceras
o estrecheces esofágicas. Tratamiento medico El tratamiento del reflujo gastroesofágico se basa bien en fármacos antiácidos que neutralizan el
efecto del jugo gástrico a nivel del esófago o bien en inhibidores de la secreción de ácido en
el estómago. Tratamiento quirúrgico Cuando fracasan las medidas farmacológicas puede ser necesario el tratamiento quirúrgico. Recomendaciones Evite las comidas copiosas y el sobrepeso. Se recomienda real izar comidas con pocas
grasas. Evite fumar y tomas licores. No se tumbe hasta que no hayan pasado dos
horas después de las comidas, si es posible, trate de caminar durante este tiempo. No
utilice ropas ajustadas. Si los síntomas aparecen por la noche, levante e
cabecero con un taco de madera u otra almohada. Si el reflujo es frecuente consulte a su
médico o farmacéutico. No se automedique. |