LUMBAGO
Y CIATICA ¿QUÉ
ES EL DOLOR LUMBAR? El
dolor de espalda es el problema médico más frecuente
después del resfriado común. Cuando afecta a la región situada
entre las dos últimas costillas y la zona glútea se
denomina Dolor lumbar o
Lumbalgia. Aproximadamente, el 80% de la población va a sufrir este
tipo de dolor en algún momento de su vida, siendo la inmensa
mayoría de las veces de causa benigna. En menos de un 10%
de los casos, ¿CUÁNTO
DURA? Según
la duración del episodio de dolor podemos hablar de Lumbalgia aguda,
cuando es de comienzo brusco (de un día para otro) y dura menos de
tres meses. Cuando dura más tiempo hablamos de Lumbalgia
crónica, añadiendo el adjetivo inespecífica (Lumbalgia
crónica inespecífica) cuando el problema no es debido a ninguna
causa concreta que pueda explicar el origen de las molestias. Este tipo de
dolor es el más frecuente de todos y, aunque no suele encontrarse una
lesión llamativa que pueda ser claramente demostrada en
radiografías u otras pruebas, sí tiene una destacada
repercusión en el medio laboral. CONCEPTOS
ANATÓMICOS La
columna vertebral está
formada por un conjunto de huesos articulados entre sí que
denominamos Vértebras. Si la observamos de perfil (figura 1), la
columna no es rectilínea sino que tiene cuatro curvas, denominadas de
arriba abajo: cervical
(constituida por las 7 vértebras cervicales), dorsal o
torácica (12 vértebras), lumbar (5 vértebras) y
sacro-coxígea (8-10 vértebras). Entre cada vértebra se
sitúan unas estructuras blandas denominadas Discos
intervertebrales que sirven para
amortiguar los impactos que recibe la columna (figura 2). Cuando se salen de
su localización normal se habla de Hernia discal. Además hay
otras estructuras alrededor de cada unió n entre los discos y las
vértebras que se denominan ligamentos. En la parte posterior, las
vértebras también se unen entre sí, formando las
llamadas Articulaciones interapofisarias. Por el interior de la columna
vertebral desciende la médula espinal que es la encargada de conducir
la información en ambos sentidos entre una gran parte del organismo y
los centros nerviosos de la cabeza. Rodeando a todas estas estructuras
están los músculos.
Cualquier alteración en alguno de estos componentes (desviaciones,
artrosis, inflamación, distensiones, etc...) puede producir dolor
lumbar, lo que explica la dificultad para conocer la causa exacta de las
molestias que padecen algunos pacientes. ¿CUÁLES
SON LAS CAUSAS MÁS FRECUENTES Lumbalgia
aguda, cuando es debida a una causa mecánica (distensión por un
esfuerzo físico, artrosis, etc...) también puede recibir la
denominación coloquial de Lumbago. En este caso, la mejoría se
va a producir en menos de 2 meses en el 80% de los pacientes, con medidas
simples como los analgésicos y los relajantes musculares. Solamente un
4% de estas personas va a continuar con dolor lumbar a los 6 meses. ¿QUÉ
ES Cuando
el dolor sobrepasa la zona lumbar y llega hasta los miembros inferiores
hablamos de Dolor lumbar irradiado y puede adoptar las siguientes
localizaciones: Lumbociática (o ciática a secas) cuando el
dolor se extiende desde la región lumbar hasta el taló n o el
pie descendiendo por la parte posterior o lateral del muslo. ¿DOLOR
LUMBAR? El
dolor lumbar es más frecuente en personas con sobrepeso, mala forma física,
malos hábitos posturales o en quienes someten su espalda a sobrecargas inadecuadas, como levantar objetos demasiado
pesados o cualquier carga de manera incorrecta. La mitad de las
mujeres embarazadas
también van a sufrir dolor lumbar debido al peso extra que
soportan durante su gestación. Además, existen mas de 50
enfermedades que pueden producir Lumbalgia, entre las cuales podemos citar: Su
presencia sugiere lesión de las raíces nerviosas que salen de
la columna lumbar y llevan la sensibilidad o las órdenes para contraer los
músculos a los miembros inferiores a través del nervio
ciático. Si el dolor no supera la región de la rodilla no
debería hablarse de ciática y su causa no suele ser la
lesión de las raíces nerviosas. Cuando el dolor afecta a la
parte anterior del muslo se habla de
Cruralgia, localización mucho menos frecuente que la
ciática. Cada
uno de estos procesos se suele manifestar de forma bastante diferente. ¿QUÉ
PODEMOS HACER PARA ALIVIAR EL DOLOR LUMBAR? En
primer lugar el reposo, que no deberá prolongarse mas de tres
días. Pasa- do este tiempo es imprescindible comenzar a levantarse y a
realizar una actividad física suave y progresiva según vayamos
notando menos dolor. En estas fases, es muy eficaz la aplicación
de calor local varias veces al día, masaje después del calor (sobre todo
si notamos que los músculos de la zona están contracturados) y
analgésicos simples, como el paracetamol o el metamizol, o
antiinflamatorios no esteroideos. Si no se obtiene mejoría con estas
medidas, debemos acudir al médico para que valore la necesidad de
medidas complementarias tanto diagnósticas como de tratamiento. ¿TIENE
OPERACIÓN EL DOLOR LUMBAR? De
todos los pacientes que presentan dolor lumbar, solamente una minoría
son candidatos a tratamiento quirúrgico. Las indicaciones principales
son: •
Hernia discal que provoca dolor ciático rebelde a los tratamientos
conserva- dores. La presencia de una hernia discal en •
Cuando una vértebra se desplaza sobre otra (se denomina
espondilolistesis) puede ser necesario fijarla para evitar que dañe a
las raíces nerviosas. Esto solo ocurre en un pequeño porcentaje
de los casos, por lo que la mayoría no van a requerir
operación. •
En ocasiones, la artrosis lumbar, sobre todo en personas de edad avanzada,
puede producir dolor persistente y lesión de las raíces
nerviosas que van a los miembros inferiores. En estos casos, sobre todo si el
dolor produce una limita- ció n para caminar muy importante y no
responde a otras medidas, puede ser necesaria la operación. ¿QUÉ
PODEMOS HACER PARA EVITAR La
prevención del dolor lumbar se basa en tres pilares fundamentales:
evitar coger pesos, higiene postural y ejercicios. A continuación se
enumeran los consejos obligatorios en cada una de estas facetas: •
Evite levantar objetos por encima de los hombros. •
Busque ayuda cuando necesite levantar objetos pesados. •
Cuando lleve equipaje o bolsas de la compra reparta la carga entre ambas
manos. Cuidados
posturales •
Cuando esté de pie durante
un largo periodo, cambie la posición de los pies a menudo, ya sea
colocando uno de ellos en un altillo o alternando su apoyo. •
Camine con la espalda recta y calzado adecuado (tacó n ancho y bajo,
puntera redondeada, suelas adecuadas, etc...) •
Al sentarse, mantenga ambos pies en el suelo y las rodillas dobladas y
situadas a la altura de las caderas. Utilice una butaca cómoda, con el
respaldo recto o ligeramente inclinado y con un soporte para la cabeza, a ser
posible. •
Cuando conduzca un coche, acerque el asiento lo suficiente para que sus pies
alcancen los pedales cómodamente y sitúe ambas manos al
volante. Si es profesional de la conducción (camionero, taxista)
deténgase cada dos horas y realice ejercicios de estiramiento durante
5 minutos. Antes de iniciar un trayecto largo o al finalizarlo, evite cargar o
descargar pesos. •
Compruebe que el colchó n es el adecuado y evite las almohadas
excesiva- mente altas o dormir sin almohada. Las posturas aconsejadas para
dormir son de lado o con la cara hacia arriba. En aquellas personas con
cifosis o que padezcan una espondilitis se aconseja acostarse todos los
días durante media hora con la cara hacia abajo. •
En las labores domésticas tenga en cuenta que algunos de sus actos
cotidianos pueden ser la causa principal de su dolor lumbar. Algunos consejos
ú tiles son: al hacer las camas, arrodíllese o, al menos, doble
las rodillas para ajustar la ropa de cama, al limpiar objetos que esté
n por encima de sus hombros súbase a una altura, reparta la carga
entre ambos brazos al volver de la compra. Ejercicios •
Haga los ejercicios que le hayan indicado diariamente, a ser posible tras
calentar la zona lumbar con un baño/ducha de agua caliente o con manta
eléctrica. •
Al principio hará
solamente 3-4 veces cada ejercicio, aumentando el ritmo e intensidad
de los mismos de forma progresiva. •
Los ejercicios no deberá n producirle dolor. Si esto ocurriera
redúzcalos a la mitad o incluso deje de hacerlos, consultando a su
médico en caso de persistencia del dolor. •
Es muy aconsejable la natación (sobre todo el estilo de espalda) y la
bicicleta está tica suave con el manillar elevado. •
Se evitará el
sedentarismo, procurando caminar al menos una hora diaria, por terrenos
llanos y regulares. Pesos •
Siempre que vaya a coger algo del suelo, doble ambas rodillas. •
Nunca haga rotaciones de rodillas mientras recoge la carga del suelo.
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