La depresión
es la consulta más frecuente en psiquiatría,
se estima que entre un 6-8% de los pacientes que
acuden a una consulta de Atención Primaria aquejan este
problema. A pesar de todo, la depresión pasa de forma inadvertida en muchas ocasiones.
Esta patología
psiquiátrica se caracteriza por un estado de ánimo
decaido o irritable, en el que existe desinterés por todo los que nos rodea, con una disminución de la capacidad de experimentar placer, junto a
cuatro o más de los siguientes síntomas:
Cambio de apetito y peso
falta de sueńo (insomnio) o sueńo
permanente (hipersomnia)
Fatiga o pérdida
de energía
Retraso psicomotriz
Pérdida de la capacidad de concentración
Falta de autoestima (mala
valoración de uno mismo)
Pensamientos recurrentes de
muerte o suicidio
Todo ello configura el estado de depresión,
que afecta a un 15% de la población en algún
momento de su vida. Entre el SO-60% de los pacientes que sufren un primer
episodio de depresión
recaerán una o dos veces
más a lo largo de
su vida.
Según la causa que desencadene la
depresión pueden clasificarse en: endógenas (no existe ninguna causa aparente)
y reactivas (hay un proceso que la ha desencadenado).
Existen varios tipos de depresión, los dos más frecuentes son:
depresión mayor (corresponde a los síntomas
anteriormente descritos);
trastorno distímico (síntomas
leves y constantes)
Tratamiento
La clave del tratamiento es en la actualidad, la
medicación antidepresiva. Hay distintos
tipos de antidepresivos, ninguno realiza un efecto de forma inmediata, hay que
esperar para observar resultados positivos.
Además del tratamiento farmacológico
se puede optar por la psicoterapia, que ayuda al paciente
a afrontar la pérdida de la autoestima y su
desmoralización, mejorando significativamente los resultados de los
antidepresivos. En ocasiones, la familia del enfermo puede
precisar también
ayuda psicológica.
RECOMENDACIONES
Ante la aparición de los síntomas descritos, consulte a
su médico
de Atención
Primaria.
la necesidad de realizar un tratamiento
antidepresivo no significa que usted esté loco.
No se auiomedique, deje que un especialista elija el
tratamiento que más le
convenga.
No abandone la medicación ante la más mínima mejoría, manténgalo
el tiempo que se le ha pautado.
Én el
supuesto de que aparezcan efectos secundarios no abandone la medicación, consulte primero a su especialista.
Si convive con un paciente
deprimido vigílelo, especialmente si alude al suicidio o si ha habido tentativas
previas.
Evite la ingesta de alcohol,
puede tener interacciones con la medicación.
lea atentamente los prospectos
y siga las recomendaciones que allí aparecen, en caso de duda consulte a su farmacéutico.