ACNÉ
Inflamación
de la piel caracterizada por erupciones superficiales que son ocasionadas por
la oclusión de los poros de la misma. ¿Cuáles son las causas? El
acné es muy frecuente en los adolescentes, sin embargo puede aparecer en
todas las edades. Tres
de cada cuatro adolescentes tienen acné de algún alcance, probablemente
ocasionado por cambios hormonales que estimulan las glándulas sebáceas
produciendo grasa. Otros cambios hormonales, como los que ocurren durante el
período menstrual o el embarazo, y los producidos por el uso de píldoras de
control de la natalidad o el estrés, también agravan el acné. Éste
se produce cuando las glándulas sebáceas, que producen grasa y desembocan en
el mismo folículo del pelo, generan más secreción de la que la piel es capaz
de eliminar por descamación, de tal forma que se producen tapones de grasa en
los folículos (comedones). Cuando la superficie del tapón se oscurece se
llaman espinillas. Al
romperse el tapón pueden entrar células muertas de la piel que con la grasa acumulada
y las bacterias de la zona forman nódulos infectados llamados pústulas. Si
estas áreas infectadas de la piel son profundas, pueden expandirse para
formar quistes. Un quiste sebáceo se forma cuando la glándula sebácea
continúa produciendo grasa y en vez de romper la pared del folículo, éste
continúa agrandándose y formando un bulto duro (conocido como quiste) debajo
de la piel. El quiste normalmente no es doloroso a menos que llegue a estar
infectado. El acné aparece normalmente sobre la cara y hombros pero puede
extenderse al tronco, brazos y piernas. La
suciedad no es la causa del acné, pero la suciedad y la grasa sobre la cara
pueden agravar el problema. Otros factores que aumentan la posibilidad de
aparición del acné son los cambios hormonales, la exposición a climas
extremos, tensión, piel grasa, alteraciones endocrinas, ciertos tumores, y el
uso de ciertos medicamentos (tales como la cortisona, testosterona,
estrógenos, y otros). El
acné no es contagioso. La tendencia a tener acné puede persistir hasta los 30
ó 40 años. SÍNTOMAS Lesión
o sarpullido en la piel de la cara, pecho, cuello, espalda, u otra área. ·
Comedones (o espinillas). .
Pústulas. ·
Quistes. ·
Nódulos. · Enrojecimiento
(eritema) de la piel, alrededor de las lesiones. ·
Inflamación alrededor de las erupciones. ·
Incrustación de las erupciones de la piel. TRATAMIENTOS Y RECOMENDACIONES La
tendencia a tener acné es heredada. Aunque no puede prevenirse, la higiene
adecuada puede ayudar a disminuir los efectos. El
tratamiento se diseña con el fin de prevenir la formación de nuevas lesiones
y ayudar a sanar las lesiones viejas. Los
medicamentos locales / tópicos que secan la grasa y / o promueven el peeling
de la piel, suelen contener peróxido benzoico, sulfuro, resorcinol, ácido
salicílico o etetronina y ácido retinoico (Retin-A). Si
las lesiones se infectan se pueden prescribir antibióticos tales como la
tetraciclina o la eritromicina. También se usan antibióticos tópicos
(aplicados justo en el área afectada de la piel) tales como la clindamicina o
la eritromicina para controlar la infección. La tetraciclina oral no está
indicada en los niños, hasta que no tienen todos sus dientes permanentes, ya que
puede decolorar los dientes que todavía se están formando. La
vitamina sintética (isotretinoíno, Roacutan®) ha demostrado ser beneficiosa
en el tratamiento del acné intenso. Sin embargo, las mujeres embarazadas y
las adolescentes sexualmente activas no deberían tomar este tratamiento. Otra
forma de medicamento consiste en la administración de cortisona local o
inyectada. También
existen procedimientos quirúrgicos como el peeling profesional de la piel
(químico) pelando la piel, y la dermoabrasión, o la extracción o drenaje de
los quistes. Las pequeñas exposiciones solares mejoran el acné. Sin embargo,
una excesiva exposición al sol o a los rayos ultravioletas no está
recomendada porque aumenta el riesgo de cáncer de piel. Hay
tratamientos domésticos que pueden disminuir los efectos del acné: ·
Limpiar la piel suave pero completamente con jabón y agua, quitando toda la
suciedad o maquillaje. El lavado tan frecuente como se necesite controla la
grasa. Hay que realizarlo por lo menos a diario y después del ejercicio. Usar
un paño limpio todos los días para prevenir infecciones. ·
Vapor o compresas húmedas cálidas para abrir los poros atascados. ·
Lavar el pelo con champú por lo menos dos veces por semana. Usar un champú
anticaspa si es necesario. ·
Peinar el pelo hacia atrás para mantener despejada la cara. ·
Usar astringentes locales para quitar el exceso de grasa. · No
rascar, tocar o frotar las lesiones. Estas acciones pueden aumentar el daño
de la piel. Lavarse las manos antes y después del cuidado de sus lesiones
para reducir el riesgo de infección. · No
apoyar la cara sobre las manos. Esto puede irritar la piel de la cara. ·
Identificar y evitar cualquier cosa que agrave el acné. Esto incluye cuidar
las comidas, lociones, maquillaje, etc... Evitar las cremas o cosméticos
grasosos, que pueden agravar el acné. · El
acné a menudo mejora en verano. Incluso hay comidas que agravan el acné, que
pueden tolerarse en verano pero no en invierno. |